Proyecto: Sables para silla.
Dificultad: Media
.
Tiempo estimado de realización: 1 hora
(por sable).

Llamamos sables a las piezas verticales que forman cada una de las patas traseras de un asiento y se prolongan para dar estructura al respaldo.

En este caso vamos a ver el proceso de talla de los sables para una silla, en madera de castaño, estilo románico. Las medidas del ancho del sable serán aproximadamente de 4,5 cm. El grueso y el largo del mismo estarán proporcionados con el resto del asiento.

La base de la talla serán unos cortes en forma de uña de dragón invertida o también llamados "escamas", la completaremos con otras uñas pequeñas transversales a la principal y con un remate en hojas. El dibujo base sería algo así:

Lo primero que debemos hacer es pasar este esquema a la madera, dibujándolo directamente, o bien calcándolo (más recomendable si tenemos que hacer muchas iguales). El margen a cada lado del dibujo será de unos 8-9 mm.

Seguidamente, y con la pieza ya bien sujeta, empezaremos a tallar. Con una gubia de esquina de ángulo agudo (la más cerrada que tengamos), haremos unas incisiones a ambos lados de las uñas, para delimitar el dibujo:

Ahora empezaremos con las uñas. Primero debemos hacer una incisión en el extremo de la uña, colocando vertical la gubia grande de media caña (una 7/18 más o menos) y dándole un golpe fuerte con el mazo. Así evitaremos pasarnos y romper la uña anterior. Con esa misma gubia y siguiendo el dibujo cortaremos hasta alcanzar los límites del dibujo, rematando con una gubia más pequeña que se adapte a la curva hecha (en este caso, una 3/8). La sucesión de uñas la remataremos al principio (parte superior) con un suave corte de gubia plana (2/8) que remata contra el límite marcado con la gubia de esquina y en la parte inferior con una uña corta, pero que mantenga la misma curvatura que las otras.

Cuando tengamos todas hechas, marcaremos con una regla una linea que pase por la mitad de cada uña que vaya desde un 1/3 del principio y hasta el final. Con un cañón fino (11/1) marcaremos el nervio central trazado.

Si nos queda unido al final, no deberemos hacer palanca para quitarlo (aparte de arrancar madera, podríamos dañar la gubia), usaremos una gubia plana pequeña (1-2/2-3)o mejor aún (si la tenemos), una gubia recta con corte oblicuo (1S/8). Así nos quedarán perfectos. El paso siguiente es marcar unas hendiduras para hacer las uñas laterales pequeñas. Usaremos la misma gubia para todo el proceso, una media caña suave (7/6) y repetiremos lo mismo que hicimos con la primera: corte vertical...

...y lateral hasta el tope formado.

Pasaremos ahora al remate superior del sable. Procederemos a calcar sobre la madera un dibujo sencillo a base de unas volutas y hojas.

En un primer paso haremos los cortes para definir el dibujo. Con la gubia de esquina definiremos las formas. En el caso de las hojas superiores, repetiremos el proceso del marcado de las uñas con la misma gubia, teniendo en cuenta únicamente que ahora la proximidad del corte es mucho mayor. Seguidamente, usando gubias planas y medias cañas pequeñas, iremos perfilando las formas marcadas, para obtener los relieves.

Con esto hecho, pasaremos a resaltar los volúmenes con una media caña más profunda (9/7)e incluso con un cañón (11/5), en el extremo del sable, para separar la hoja central de las medias hojas laterales. Luego suavizaremos las curvas redondeando los relieves y terminaremos con unas pequeñas uñas en los laterales, a los lados de las volutas.

Para finalizar, le daremos la vuelta a la pieza y la terminaremos por la parte de atrás continuando las marcas de las hojas.

Los sables están hechos. Os recuerdo que es importante que los dos queden iguales (o simétricos en el caso de que tuvieran otro tipo de diseño), y que siempre deben tener una inclinación ergonómica para la comodidad del que use el asiento.

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